La sorpresa de alzar
levemente
el rostro
al abrirse las ropas, el despilfarro
del
desnudo
a veces sólo
visto, tocar y ser
tocado y
en seguida,
pararse:
Gases,
saliva,
grasa,
excrecencias que apuntan
estrías,
angulaciones,
líneas,
una trama prolija aquí impenetrable
para mis dos sentidos
sabios.
(Ilustración: Javier Velasco)
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